viernes, 18 de septiembre de 2015

Canfranc[90kms,6400+]cnarfnaC

Te levantas en el centro de Berlín, trabajas, malcomes en el avión, malcenas en un coche, llegas a Canfranc, te cambias y, cuando el viernes deja de serlo para pasar a sábado, sales a pasar la noche en los Pirineos.
Mal tiempo, dicen. Sin agua hasta las 5:00am y luego a mojarse. Estiman unos 82kms y 6.000+ tras las rebajas por la metereología puñetera. Yo estimo no quedarme solo. El cansancio de toda la semana esta escondido en el cuerpo  y tengo que cerrarle el paso de salida hasta pasar meta. Luego ya...que se cebe conmigo.
No he tenido ni un momento para mirar el recorrido pero llevo el track cargado por si la cosa se pone chunga. Ya lo hice en Andorra y, desde entonces, en MI material obligatorio va incluido siempre el Dakota20.
La idea es ir con Jaume, sobre todo porque él esta de acuerdo. Él es quien decidirá pues es mucho más rápido. Aunque yo quiera ir con él, aquí querer no es poder :-)
Noche cerrada y zetas para ganar altura. Con Egoitz Aragón vamos pasando grupillos que han salido por delante.Voy un poco collado hacia la Collarada (chiste!) pero justo cuando decido aflojar Jaume se espera. Genial !
Todo a oscuras y ahora niebla. Llegamos arriba después de volver a enganchar con Egoitz y con solo el trío de cabeza por delante. Bajando ya hemos de tirar de track. Las banderas han volado y se complica el tema con la niebla.
Tras la bajada delicada un buen tramo de correr, por culpa del cambio de recorrido, y bajada de zetas. Quiso la mala suerte que el vasco se golpeara en la rodilla y no pudiera seguir. Jaume sigue portándose bien y vamos juntos a buen ritmo.
Empieza la subida al collado de Izas con referencia lejana de los de delante y cercana de los perseguidores. Vuelve a bajar la niebla y al tocar el collado ya empieza a llover. Son casi las 6:00am.
El camino es entretenido rumbo al vértice de Anayet. Esos prados donde pisas en blando pero no en plano. Algún agujero pone a prueba el equilibrio. Bajo la lluvia y ya amaneciendo lo hace aún más disfrutón. Pero el correr se acaba en una infinita pala de hierba con un desnivel increible. Para de llover. Cresta. Impresionante las vistas. Impresionante. Combinando escarpadas paredes con ibones encajados en verdes praderas. Viento. Ahora viento. Y vamos bajando camino de la Canal Roya y de los 60 kms. El ritmo es bastante más lento que el previsto. Un terreno muy golfo.

La bajada al avituallamiento es eterna. Más que eso, infinita. Nos cansamos de correr uno detrás de otro y otro detrás de uno. Nos cansamos de caminar. No parece que por detrás amenace nadie. Por delante parece que son mejores. Así es esto.
Comemos algo, yo más bien poco, antes de encarar la subida a Larraca. Más zetas y unas antenas que emiten sus cantos de sirena. Hacia allá vamos. Mientras apuramos fuerzas nos pasan los primeros de la maratón. Al llegar arriba, los dos primeros y bajando el tercero y cuarto. Pero nosotros también pasamos al tercero de la ultra. Fundido. Desanimado. Parece, incluso, sin fuerzas. Astún.
Los de la maratón siguen bajando y nosotros encaramos por odiosas pistas de esquí la subida al Ibón de las Truchas para luego bajar a Somport. Otra vez el recorrido alternativo nos obliga a asfaltear casi 2kms para completar los 72 y casi 5400+ en el avituallamiento. Parece que la estimación inicial de la organización se ha quedado corta. Quedan unos 18 y 1000+
Seguimos juntos la pareja con alguna discusión bien llevada. Para esto también sirven los entrenamientos que hemos hecho juntos. Nos lo decimos todo y lo escuchamos todo. Pero solo procesamos lo importante. Si mi ritmo fuera más alto, compartiríamos más carreras juntos.
Subimos ahora a la Tuca repitiendo tediosas pistas de esquí. Las de Candanchú esta vez. Si no fuera por las vistas sería para darse la vuelta. Mucho viento en el collado. Mucho y fuerte, de parar y esperar que pase la racha. Arriba sabemos que solo nos quedarán 400+ más del collado de Estiviellas. Nos vamos animando. Pero la bajada antes de la última subida a un ibón seco no seca también a nosotros. Lentos y torpes descosemos un desnivel de unos 200- Chispea de nuevo y enfrente tenemos el último ogro.
- "Como una Trona dels congles" le digo a Jaume
- "Nunca he hecho una Trona con 80 kms en las patas", contesta.
- "Mira: repecho, flanqueo en subida y repecho"
- "Y luego más zetas de bajadas"
Empezamos lentos la subida y nos vamos animando. Empezamos lentos la bajada y nos vamos acelerando.
Abajo ya se ve Canfranc. A 800m más abajo. Zizzageamos sin hablar. Yo no me lo creo. Vamos a entrar juntos. O sea, yo con Jaume. Y terceros.
El trofeo me lo llevo antes de la entrega de premios.



2 comentarios:

  1. Yo tambien quisiera obtener este premio algún dia, estoy celoso. Grande Esteban, siento una gran admiración para tí.

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