viernes, 8 de octubre de 2021

ikigai

tengo un grupillo de gente detrás que dudo que me lo merezca. tengo un cuerpo sabio que me informa sin apenas error y al momento lo que quiere. tengo una edad con la que me permito unos errores pero no otros. tengo muchas cosas más. y otras muchas, no las tengo.

la salida en la porxada de bagá a primeros de octubre se convirtió en una meta por si sola desde el momento en que me inscribí en ultrapirineu. por diversos motivos pasaban los días, las semanas, y los entrenos que yo quería no se podían hacer. que os voy a contar, verdad! la mayoría de los que leéis esto ya me habéis sufrido en la distancia media y, sobre todo, en la corta. intentando poder orden y concierto, montaña y asfalto, reposos y tobillera...fui perpetrando una serie de entrenamientos que nunca recomendaría a nadie. entrenos que yo notaba que a mi cuerpo le caían bien, pero sin ciencia ni lógica. y con cargas y con reposos, planeados sobre la marcha, convertí la desgana en gana. convertí un quemedevuelvanlapasta en una noche durmiendo en el coche y un madrugón para salir a las 5:30 de la mañana.

corriendo por las calles de bagá entre mucha gente ya me sentía en meta: salir sin molestias, con ganas y con la idea clara de acabar yendo siempre un punto por debajo del mio. y escuchando-me. yo no lo llamaría dosificar, porque dosificar es mucho más complejo y no incluye ir tan cómodo. no podía permitirme el lujo de caer. esta vez no. y eso, salvo por desgracia, solo lo consigo cuando el esfuerzo no es tan grande que me saca de la concentración. mandar yo en la carrera, lo llamo.

la subida hasta el niu pasando por rebost fue más rápida de lo esperado y el regalo de un amanecer con niebla que abrió en la bajada posterior dibujo una sonrisa en mi cara que duró todo el día. la fortuna de poder estar allí no se puede contar con palabras. ni con imágenes. el empujón que me pegó desde allí diego creo que me llevó hasta el serrat de las esposas en volandas. bajando despacio, si. pero no me podía caer. no podía volver a pisar torcido. hoy no. y con diego camino de gosol aparece salva. y jaume. y todo el equipo de apoyo de pau que dicen que va fino. pues nada. tira para pas dels gosolans fichando donde toca.


que ya sabía yo que este trozo era un hueso. pero que yo he venido hoy a roer. que no me lo voy a tragar entero. que pillo por una punta y ñam,ñam,ñam hasta la otra. subebaja a cortals. sube,sube,baja,aprieta a prat d'águiló. sube,goza,sube a gosolans. corre todo lo que puedas a gosol. km60....oye, a tomar por culo el hueso ;-) cerveza bien ganada. y puñado de pasta con tomate. estaba tan eufórico que podría haber pasado el control de material obligatorio colando mis ojos como frontal. feliz.

cuanta gente a la salida de la base de vida. vaya día chulo. vaya vuelta al pedraforca que nos queda por delante. sales al trote y pronto estas en un tobogán continuo que parece un videojuego. pasando pantallas y con mucha vida todavía. no veo rastro de un posible game over y paso rápido por estassen para enfrentarme a la bajada a gressolet. si llevara cesta parecía que estoy buscando setas. no se si se puede bajar más despacio pero la consigna de hoy es.....exacto ! (no podemos caernos). mentalmente yo ya estaba en sant jordi pero el cuerpo reclamó la presencia de mi pensamiento y de inmediato este retornó. junto con los dos ya hicimos el camino pasando por vents del cadí y subiendo empedrats. el agua en los pies y los muros de piedra me susurraban que lo estaba haciendo bien, que en un grupo de whatssap en un móvil guardado entre el goretex de la mochila un grupo de gente estaba contenta y siguiéndome. muy atentos. y a medida que acumulo desnivel sigue el murmullo: que no quedaba casi nada pero que no me libraba de volver a sacar el frontal. solo para mis oídos.

me despido en sant jordi y ruedo tranquilo para hacer una subida corta pero intensa, la última, a coll d'escriu. aquí es la primera vez que me aprieto bien. para probar. como suelo hacer en algunos entrenos. me aprieto y el cuerpo responde. ¡que alegría que pase esto por el km90! solo por probar. que ahora ya todo es bajada, asfalto y una parte nueva que, desde el otro lado del rio bastareny, te encara directo a la llegada. una subida por las calles del pueblo. y un arco de meta. de una meta que es salida. un final que tiene sabor a principio. unos números que me dan la razón a como he entrenado y como he afrontado la carrera. a mi y a todxs los que han estado cerca.

seguimos...