sábado, 21 de noviembre de 2020

las veinticuatroras

son un@s chalad@s, si.

un@s encantador@s loc@s que han creado su propio espacio deportivo y de lucha ajenos a modas y tendencias. solo hay que acercarse un rato, por ejemplo a can dragó o a alguna de sus celebraciones, para verlo. y digo celebraciones porque lo son. con dorsal pero son fiestas, mejor dicho ultrafiestas. les da igual donde sea porque su pasión son las horas. muchas horas. viéndose todo el rato, adelántandose o acompañándose. compartiendo carpas y dolores. frío y calor. hasta que pasa todo. siempre he dicho que las competiciones por horas tienen un duende especial que no hay en ningún otro sitio. mirad: el reloj no deja de correr aunque tu lo hagas. las horas avanzan sin piedad y, coño, que pasan más rápido las primeras que las últimas ¿qué pasa aquí? que pasan más rápido cuando estas en boxes descansando o comiendo algo que cuando picas zapatilla, ¿alguien me lo explica? que cuando hace sol quieres noche y cuando es de noche quieres...dormir, y con el saco a pie de pista. hay duende, y muy cabrón.

yo solo he llegado a hacer seis horas pero he coincidido en alguna locura de las venticuatroras y es fascinante quedarse mirando a la gente que compite. desde fuera, sin molestar. gente hecha de otra pasta, amig@s hechos de ultrafondo, curtidos por horas seguidas de tartán, de asfalto o de tierra. no os fijéis en el ritmo porque lo llevan dentro. por fuera solo salen sudores y lágrimas. y alguna lesión. no, yo tampoco entiendo que les puede llevar a hacer, a amar, esta disciplina. vuelven una y otra vez. viven para encontrarse donde les den un circuito al que dar vueltas y un día entero para hacerlo.

si conocéis a alguien, hablad con ellos. que os cuenten su pasión. y si no conocéis a nadie, buscadlo porque no os arrepentiréis. creedme que merece la pena.

solo me gustaría que después de que pase por aquí #lodekilian lo dejen todo como esta porque creo que es como les gusta a ell@s. largo...duro...pero mágico.