lunes, 19 de mayo de 2014

SeisHorasSolidarias del tirón

Seguimos experimentando, probando al cuerpo y viendo como responde. Buscando formas de conocernos mejor, de conocernos más, de autoputearnos y, al final, intentar aprender algo. Así, porque si.
Y esta vez, animado por la iniciativa de Carles Salvador (amigo-koala y viceversa) di un paso al frente en lo que ellos llaman algo así como "fondo en ruta". Un circuito de ida-y-vuelta que en total sumaba 2,5kms y seishorasseis. ¿Fácil, no? El tiempo pasa aunque estes parado...

7:30-8:00. Un puñado de amigos y tres o cuatro puñados de conocidos recogiendo dorsales, medio encogidos por el fresquillo flipan con el montaje de esta primera edición de las 6h Solidarias de Martorell. Nadie ha pagado ni un duro por la inscripción y habrá de todo. Solo había que traer algo para el banco de alimentos. Al final casi 700kgs de comida para la Cruz Roja. Antes de dar la salida, lo importante ya estaba hecho.

8:00-9:00. Salida de 128 dorsales y grupo que se estira poco a poco con el rumor de charletas, risas y puesta al día de las últimas aventuras y próximos retos. Vas saltando de uno a otro, gente que solo ves en saraos y festejos de estos. Es genial...hasta que te das cuenta que vas más rápido de lo que toca. Pero que coño, ya habrá tiempo para aflojar y te engañas con él clásico: "Se ha salido fuerte, ¿no?" como si hubieran sido todos menos tú y al que se lo cuentas (que siempre responde: "si, demasiado fuerte").

9:00-10:00. Creo que la mejor hora de la carrera. El cuerpo ya esta caliente y te vas poniendo en tu sitio. Sigues saludando efusivamente al cruzarte, bromas y risas van empedrando el camino de ida y vuelta. Desnudas alguna intimidad más que en la primera hora porque ya vas más "rodao". El ritmo se mantiene pero ya empiezas a ser consciente que no es con el que vas a acabar...ni la mitad. Empiezan a parar algunos compañeros y el camino cada vez se va despoblando. Coses y descoses la ruta una y otra vez. Ya reconoces las zonas de sombra y las zonas de sol...y no hablo de meteorología...


10:00-11:00. Un pequeño subidón porque llegas a la mitad...y que luego pagarás. Rodando ya tiempo solo y con espacio para pensar. Ordenar ideas, mentalizarte de lo que viene, martirizarte con el "que coño hago aquí" y, rozando la tercera hora, toca hacer números. Recuerdo llegar a 38kms un pelo antes de las 11:00h y parar a contárselo a Carles. Orgulloso de ello. Feliz. Recuerdo también ya bastante gente tirada a la sombra de meta y bebiendo cerveza.... cabrones !! :-)

11:00-12:00. Avanzamos hacia la cuarta hora despacio...muy despacio. Y el ritmo cae. Cae de esta forma tan desgraciada en la que no te parece que vayas más despacio pero lo vas. Ese momento en que el reloj parece no avanzar y tu tampoco. Pero la sensación es de que tú estas apretando... DRAMA ! Creo que lo de parar cada vuelta en los avituallamientos no me va bien. Llevo demasiado combustible para vuelo corto y eso me lastra. A partir de 3:45h decido parar cada dos, pero el reajuste es lento y termino la cuarta hora con malas sensaciones. Muy malas.

12:00-13:00. Y empiezo la quinta igual. He ido delante mucho rato pero ahora me pasan y no puedo seguir. Será que esto es así. Lo bueno es que voy recogiendo información. Se que cosas no volvería a hacer...lo que no se es si mi iría mejor o no. Por eso esto es tan cojonudo. Aquí nunca aciertas ni te equivocas al 100%. Con casi 5 horas vuelvo a recuperar y a subir ritmo. No se cuanto durará...porque todavía queda tiempo para volver a caer. Por delante y por detrás todos van como pueden. Nadie va tan fresco como para no hundirse en la siguiente hora ni nadie va tan fundido como para no remontar. Y mientras tanto, vamos y venimos. A sonrisas cada dos vueltas ya....como mucho.




13:00-14:00. Pués dice el reloj que esto se acaba, que solo queda una hora. Una puta hora, si. Llena de largos minutos con un montón de segundos cada uno. Ahora ya no puedo más y camino algún trozo, hasta que algún amigo me repesca por detrás y me estira. Por dos veces al menos. Recuerdo a los dos David (Moreno y Calaburra). Y cuando estoy más o menos tranquilo veo que los de delante ya no están y que el de por detrás se acerca. Coño, hoy noooo.... :-(
Mi perseguidor me dice cada vez que me cruzo con él que afloje que no me pilla...que cachondo. "Aprieta tú, que aquí hemos venido a apretar no a aflojar", le digo yo. Pero cuando no me ve....aflojo.
Y recuerdo con cariño el último cuarto de hora con los últimos criminales 5'. Con cariño por lo que venía, por lo que pensé, por lo que sentí. Y al llegar a meta, con casi 72kms y 5h58' paré...y no tuve narices a correr los dos minutos que quedaban. Solo caminar con dignidad mirando de reojo la diferencia con el de atrás. Caminar y sentir dolor en casi todo el cuerpo. Un dolor que es más fuerte hoy que escribo esto. Un dolor que hoy sirve para recordar que toda la gente que estaba allí se alegró de verme acabar. Y también alguna gente que no estaba.


Y esta, más o menos fueron mis seishorasseguidas. Se sienta a la mesa mucha gente pero al final cada uno se tiene que comer su menú. Y recordad dejad sitio para el postre porque yo, esta vez, lo engullí como pude pero fue sin hambre. Y es mejor saborearlo. Dicen...


sábado, 3 de mayo de 2014

Las noches

Hablemos de correr por el monte. Hablemos de la vida y la muerte. Hablemos de los amigos--.
A veces hay que pulsar la noche. Correr en silencio detrás de alguien y ver que sientes. No...en silencio, no. Correr sin hablar. Es distinto.
Corres sin hablar, sin más mundo exterior que el que te enseña el frontal. Pero cuánto más pequeño es este, más desarrollas el interno. Tienes menos distracciones y, como no hablas, piensas más. Escuchas más. Sientes más.
La noche esta llena de mensajes que no son tan oscuros como ella. Mensajes que te llevan y te traen por recuerdos mezclados, por pensamientos escondidos durante el día: Una sombra que se mueve, un brillo que va y viene en la mochila de tu compañero, al ritmo de sus zancada. Una marca de GR que no ves hasta pisarla. Una respiración entrecortada que, a oscuras, suena el doble. Una rama de un árbol que parece querer barrerte al pasar. Hasta los bastones pican distinto a oscuras.
El cuerpo se comporta de otra forma. Esta claro. Más místico, más misterioso, más débil incluso. La noche curte, une y duele. Todo a la vez.
El pasado miércoles trotamos toda la noche por el Cadí. La noche era más oscura que nunca a pesar de la cúpula de estrellas que había. La oscuridad de esas noches que te caen encima de golpe, sin esperarlas. Como si alguien de pronto bajara un telón, te robara el día y su luz. Llegando al Niu de Aliga un viento helador barría todo lo que se encontraba a su paso. Obligaba a encoger el chasis y buscar el abrigo de cualquier piedra. Congelaba manos, pies, caras...incluso ganas de seguir. Pero seguimos. Porque el recuerdo de un amigo que ya no estaría más junto a nosotros empujaba con fuerza. Más calor y más fuerza que el viento oscuro. Ninguno hablamos de ello. Corríamos sin hablar. Pero nos movía la misma fuerza.
Y así seguimos hasta que el amanecer nos sorprendió en otro lugar menos agresivo.
Si. Al final amaneció.
Otra noche más había pasado para nosotros.

Y cuándo la noche venga a quedarse para siempre conmigo (como te ha pasado a ti, Iñaki) seguro que un puñado de amigos correrán por el monte a oscuras, como lo hicimos nosotros el otro día. Y al amanecer, sea donde sea que estén, se mirarán a los ojos y sabrán que yo también he corrido con ellos. Qué así sea.