...es 17 de abril, pelín pasadas las 21:30 cuando comienza nuestra fiesta en Viladrau. Con más interés por la carta de la fonda que por el track de la ruta nos sentamos a la mesa. Los más avispados ya cuentan con cenar mañana aquí y eligen en consecuencia. Total, la ruta es la que me pongan pero entre galtas o xurrasco elijo yo.
Se nos va de las manos el tiempo 'transicionando' de volldamms a ratafía y, con una hora menos de oscuridad por delante, salimos a la 1:00. Alegres y contentos. Tan dispar el grupo como la famosa comunidad del anillo. Cinco espíritus divertidos y tranquilos persiguiendo luces de frontales que corretean por el suelo.
Subimos al coll de Pregón adaptando ritmos al de Pau (es el que manda) y poniendo a prueba el track descargado. La pista de noche solo es tan ancha como la luz que proyectas y los senderos del montseny se convierten en túneles. Bajada alegre a sant Marçal y charleta en grupo donde Pau nos cuenta que ahora vamos a conocer la diferencia entre ir lento y muy lento :-)
Ala, vamos a verlo...y encaramos subida a Agudes.
La noche no es fría y menos con estos desniveles. Pero hay que abrigarse para el flanqueo entre Agudes y Turó. Sabemos que luego la bajada será terrible de larga pero empieza a amanecer y ya se ve el Samont a lo lejos. Aunque igual mejor que no se viera...
En la fuente del pueblo de Montseny "desayunamos" y seguimos bajando. Yo aviso del asfalto que nos espera cuando la pendiente cambie de nuevo pero...ni así se hace soportable cuando llega. Grupo chicle, se estira y se encoje. Y cuando nadie lo espera, se planta Pau y dice: "Vamos recuperando la hora perdida" O.o'
Al poco rato, nuestro líder, se desvía a una masía donde un pagés lavaba a manguerazos un landrover y, desde lejos, vemos como hablan antes de que le enchufe la manguera a la cabeza. Era la primera persona que veíamos desde la salida y supongo que había que celebrarlo.
De asfalto a pista, de pista a sendero, de sendero a traza y de traza al Samont. Y llama Ives que está en el Sui con algo para picar. Le vemos desde lejos, en topless, pero nos cuesta media hora crestear. Empieza a hacer calor. Las cervezas de Can Bellver pagarán las consecuencias. Cuchillo y tenedor. Comité de bienvenida. Mesa de bautizo. Ensaimadota. Casi dos horas avituallando el ganado. Y, con 4 incorporaciones bajamos para Aiguafreda por uno de los caminos no-directos. Bajada social, diría yo, para explicar el ritmo desenfadado de este ultra de fiesta.
El Desmai se llama el sitio donde nos dejan 3 miembros. Apuramos vasos y arrancamos de nuevo la pesada maquinaria, que ya chirría en algunos engranajes. Se acerca la hora de comer y todo el mundo echa mano a la mochila mientras subimos a la cinglera de Saní. Ruta repleta de dolmens con una vistas impresionantes a la zona de la que venimos,. Bonita y larga. Muy larga. Tan larga que nos deja, prácticamente en El Brull. Un trozo antes Pau nos hace una pequeña demostración de The Walking Dead. Calcao a la tele. Mirada perdida al frente. Pasos inciertos. Oidos sordos...pero recuperamos al zombi con bocata de jamón y cocacola. Armas letales para los muertos vivientes.
Sacamos pecho ante el último tramo al ver que vamos cumpliendo horarios originales, a pesar de haber salido tarde. El problema era serio pués no llegabamos a cenar :-)
Ahora, todos sabemos que es posible calentar de nuevo la silla de la noche anterior. Som-hi !
Y subimos unos repechillos que siguiendo a derecha llevan al Matagalls. Pero nosotros vamos a izquierda. Y al otro lado de una bestial "V" vemos Sant Segimón.
Y bajamos otros repechillos entre hayas mágicas hasta mojarnos los pies y dejar de ver Sant Segimón.
Y para arriba casi en vertical. Con la puesta de sol ya. Y hasta estar al lado de Sant Segimón.
Agrupamos una vez más, al fondo Viladrau. El hilo que nos une es el PR. Al otro lado esta la cena. Más birras. La meta. Ahora es solo bajar. Ni dejarse caer vale, ¿verdad Pau? Hay que bajar. Manda huevos !!
Pero nos lo vamos comiendo poco a poco. Y se deja. Y cada uno por dentro seguro que iba montando un puzzle con las piezas que había ido recogiendo durante el día. Un puzzle de muchas piezas, pero muy grandes todas. Con los bordes bien definidos y que encajaban perfectamente.
Unas con nombres y apellidos que ya todos sabemos quienes eran.
Otras con tiempos, desniveles y kilómetros que están por ahí.
Las demás con bebidas y comidas que completaron el puzzle.
El puzzle de este peculiar ultra que volveremos a montar con diferentes piezas el próximo año.
GRACIAS PAU !!
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