miércoles, 18 de septiembre de 2013

Guardando pata, la faena bien se remata (Matxicots I)

Volver a Rialp es como volver a casa cuando vives fuera. Tienes sus cosas buenas y sus cosas menos buenas. Conocer un recorrido como el de Matxicots junta la peligrosa mezcla de saber que es impresionante de bonito pero también de duro. Aproximadamente 82kms y, en mi reloj, 5800+ son una buena carta de presentación y en la línea de salida sabes que haber acabado dos veces ya no te asegura volver a hacerlo. Pero tampoco puedes evitar volver...
A las 5:30 de la mañana y rodeado de amigos se dió la salida entre los nervios, risas y caras de dormidos de todos. El que más o el que menos venimos de unas vacaciones de perreo seguidas de una semana de trabajo que no acaba de dejar al cuerpo fino del todo. Pero no comemos de esto y venimos aquí a apretarnos para luego poder contarlo alrededor de una mesa llena de cervezas. ¿O no?
Chocamos manos o bastones, abrazos y miradas y, con la "encendida de frontales" recibimos la orden de salida.


En mi opinión se sale fuerte y se lo comento a Jordi Marco que trota a mi lado. Juntos nos dejamos caer hasta casi el puesto 10 porque no hay ninguna prisa da nada. Vamos hablando y dice que será mi sombra para evitar los excesos del año pasado en la primera subida al Montsent de Pallars. Me gusta la compañía.
Ya desde el principio vamos alternando trote y caminar. El cuerpo necesita ser frenado porque correría en repechos donde creo que es mejor no hacerlo. "Mi objetivo es correr este año los 2kms de asfalto antes del hotel de Port Ainé", le digo a Marco. E intuyo que sonríe.
Pasamos los primeros pueblos poniéndonos al día de nuestro año deportivo y haciendo alguna broma. Será una primera subida dura pero bonita, las luces del alba comienzan a mostrarnos un día precioso. Qué afortunados somos !!
En la pista que nos encamina al sendero de flanqueo por la izquierda apagamos frontales y nos colocamos en fila. Ahora solo escuchamos respirar. Entramos en el valle, cruzamos el regato a derechas y subimos la primera pala de hierba hacia coll de Triadors. Al llegar al punto de agua le digo a Marco que creo que ese es nuestro ritmo. Si lo mantenemos pasaremos a unos cuantos de los que van delante. Y no me equivoco. En el hombro de hierba nos acercamos a los de delante y en la subida dura a la canal del Montsent adelantamos a 3 más. En mi opinión no es importante ganar las posiciones tan pronto pero si lo es no perderlas. Me reafirmo en el error de dejarse arrastrar en una salida por corredores a los que no conoces. Viejo, no demonio. La canal al Montsent es de lo mejor de la carrera. Y si arriba estan unos cuántos amigos se te puede llegar a hacer hasta corta. Eran las 8:30 y allá arriba gente grita tu nombre. A todos lados picos y cordilleras en 360º. Por delante un día precioso por encima de una mar de niebla. Y los amigos dando el último empujón. ¿Quién se puede quejar de tener que subir hasta ahí? Yo no.

Y ahora el paso al Montorroio. Un poco de cresta (donde se ha caido y ha tenido que abandonar el que iba primero), bajada por piedra suelta en paisaje lunar, sube y baja donde no hay forma de pisar bien y repecho final. Si quiero llegar arriba. Pero quedarme allí. La bajada de después a Mainera es una tortura para los cuadriceps y para el sentido del equilibrio. Pero se ha de bajar y se baja.
Tengo hambre. No se. De pronto me ha venido hambre. Me caigo. Dos veces. Invento zetas donde no las hay para no resbalar en una hierba cubierta de rocío. A veces lo consigo. El culo para el resto. Es un buen rato antes de poder comer. Comer para luego trotar. Pistarraca. Buscas el lado más pegado a la montaña porque da la sombra y no hace frío. Volvemos a ponernos en paralelo y al acabar la pista enfilamos un nuevo trozo de bajada hacia Caregué. Poco a poco. Bastonazo a bastonazo. Vamos avanzando con el día.
La bajada me deja las piernas algo trinchadas y estoy deseando subir la sierra de Posa. Es un buen test para saber como llevas el examen final. Cuesta. Cuesta la cuesta. Deben ser unos 600+ con muy mala baba. Aquí se acuerda Marco que le pillé el año pasado después de que él me dejara en la primera subida. 

  Comentamos lo extraño que es que nadie de la maratón nos haya pillado. Lo hablamos y nos sonreímos. Que putas somos ! En la bajada a Caçadors ya podemos oler a las fans y los macarrones. Esta vez llegaremos juntos y saldremos juntos para Rodés...

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