Y llegó la hora de salir del saco y preparar la mochila. Y desayunar. Y pasar dos o tres veces por el baño. Y llegó la hora de subir un punto los nervios y bajar la chulería. Porque ahora, abrazado a la taza caliente de café con leche, miraba fijamente al perfil de lo que le quedaba por delante. Los ojos recorrían arriba y abajo la linea que delimitaba el recorrido con intención (pero sin fortuna) de memorizarlo. Alguien se acercó por detrás y le dijo algo al oído. Sonrío.
- "Eres un cabrón. El que va a petar como una cuca eres tú", dijo en voz alta mientras acercaba la taza a los labios.
- "Ja, ja, ja. ¿Te lo recuerdo cuando me llames por el nombre de mi hermano?, ¿Te acuerdas?", contestó el susurrador de oídos.
- " Hijo de..." y le lanzó el arrugado papel de la magdalena que se acababa de comer.
En el control de material se mezclaban prisas y nervios a partes casi iguales. Aún no había amanecido y los frontales encendidos deslumbraban con el giro imprevisto de las cabezas. Cremalleras que se abrían y cerraban mostrando pilas, mostrando mantas térmicas, mostrando paravientos, mostrando el móvil... Y dentro a esperar la salida. Abrazarse con los bidones delante es una tarea divertida. Haces el gesto pero los brazos no llegan a rodear los hombros del que tienes enfrente y te queda una extraña sensación, parecida a cuando das dos besos a alguien y acaba en "piquito" por ir al mismo lado ambos.
Una forma de escapar del momento es tocar el reloj. Otra montar los bastones. Hay muchas. Risa floja o decir tonterías. Miras fuera buscando alguien conocido que no corra. Te hace un gesto apretando los puños y lees "vaaaaamos" en sus labios. Notas un escalofrío por la espalda que combates tocando algo en la mochila.
Que empieze ya !
Y empieza...
salida Emmona 2011
Saltando por la red he ido a parar aquí de casualidad. Y no puedo irme de sin dejarte un comentario.
ResponderEliminarQue vuenas entradas! Dile a tu rodilla que hoy, alguien anónimo que pasaba por aquí, le gustó tu blog! :-)
Te seguiré leyendo. Saludos!
Como siempre un placer leerte. Ojalá pronto podamos compartir estas sensaciones y una vez dada la salida te vea desaparecer rápidamente a comerte la montaña con los primeros, mientras yo lucho en el vagón de cola. Y (muchas) horas más tarde, ya duchado y cambiado, me recibas en la meta y me felicites por haber logrado terminar mi primer ultra.
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios. Seguiremos en la brecha, espero que vosotros también :-)
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