domingo, 10 de junio de 2018

mis bastions

las 5:00 de la mañana y mojando magdalenas en un vaso de cacaolat... si me viera mi madre me dirìa tres cosas: abrìgate bien que arriba hace frìo, te esperamos para cenar y eso no es desayuno para un tìo como tù. en mi defensa he de decir que para ella siempre llevo poca ropa, siempre prefiere que llegue pronto y siempre tengo que comer más. no es el problema las magdalenas sino que solo son 3 :-)
en la salida de Els Bastions me acompaña Pau que me seguirà por el recorrido como una proyección montañera de mi madre. ¿necesitas ropa? ¿come algo? ¿has tomado sales? desde casa se que hay gente pendiente de mi. vuelvo desconfiado de mi mismo, con pocas ganas de volver a pisar nieve y con la duda de como responderé en tantos kilómetros (unos 94) y mucho rato a màs de 2.000m de altura.
divido la carrera en dos partes: hasta tres pics y despuès (pretaga, taga y posttaga).


las sensaciones son de desconfianza en mi mismo pero camino de la font de l’home mort solo pienso en las palas de nieve que esperan bajando del Puigmal y me distraigo con el paisaje. En Fontalba solo tengo ganas de ver que sensaciones me transmite pisar en blanco, que la nieve moje la cicatriz, que el suelo que hay bajo mis pies se hunda. rodeo la cruz y pabajoooo!!! cuesta al principio pero poco a poco la situaciòn se deja dominar. solo aquellos sitios donde pasa agua bajo el nevero me hacen extremar el cuidado y me ponen el cogote tenso. la montaña esta preciosa y los valles a los que se accede de Nuria son brutales. en un sube y baja contìnuo, cruzando arroyos y dejando el Torreneules pendiente cubrimos la primera mitad con una gran sonrisa. dejamos atràs el control de tres pics y trotamos largo, largo, largooooo hasta Pardines. siempre pasa: el Taga se me “aTaganta”. o es la subida o es la bajada. esta vez la bajada. esas palas tan derechas de hierba me van fatal. enlentecen el ritmo y el coco. demasiado. pero como todo en esta vida se acaba, en Bruguera ya solo preocupa los truenos y la oscuridad que se va apoderando de la tarde. y en la subida a la Covill comienza a llover. poco para lo que el concierto de percusiòn celestial amenzaba. pero algùn repecho con barro y el cansancio acumulado hacen que resbale y pierda un poco el ritmo de subida. la pista hasta el refugio ya se agarra a las patas y zizaguear para esquivar charcos lo veo como regalar metros. pero estoy contento. mucho. he vencido. mucho màs que a la nieve.
y bajando ya camino de meta pienso en el ùltimo año y en como ha cambiado todo. en lo que me ha costado adaptarme. en como he peleado cada día por esa entrada en meta que me espera. ha sido como volver a empezar. y aunque se que no volverè a hacer cosas que he hecho, miro con serenidad a todo....y es un corredor delante mío haciendo eses el que me saca de estos pensamientos. vomita, le ofrezco apoyo, le dejo un bidòn con sales y a dos kilòmetros de meta me pide que siga. tiro millas a meta y bajo el arco espero casi 15’ a que llegue. mejor final imposible. reafirmado en lo que hago.en lo que soy.


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