una vez escribí que siempre me gusta dar un poco más de lo que recibo. un poco más de lo que demando (porque no siempre me lo dan). me considero una persona generosa en todos los terrenos de la vida. no me cuesta hacerlo. no necesito forzarlo. en algún momento del aprendizaje más básico lo debí copiar de alguien cercano. no tengo claro si ser así es bueno o malo, lo que no sale es rentable.
tampoco me cuesta nada pedir disculpas. soy tan consciente de mis limitaciones que cada vez que me equivoco, y pido perdón, aprendo algo. parece obvio pero no lo es. e igual que corrijo y recorro de vuelta el camino equivocado también acepto disculpas con facilidad.
pero para ambas situaciones hay un límite.
no se porque escribo esto hoy. debería estar trabajando. 2017 será un año distinto. ha de serlo. un año de seguir dando pero solo a quien se lo merezca. un año de seguir aprendiendo de los propios errores y de pedir disculpas. un año de crecer. de más montaña. de cuidar más a la gente que se lo merece. a la que me cuida. un año que dure unos cuantos más. cambios de paisaje en el día a día. desde el despertar hasta fundirme con la almohada.
seguimos...
cambia lo que quieras menos el puto bar de mierda ese con los cuatro chalaos de siempre. Y pon bien las mayusculas, que se noten esas matriculas
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